Ganadores y Perdedores

Convengamos que desde la época del gobierno colonial, las oligarquías americanas, enriquecidas a través de las élites unitarias, el liberalismo del 53 y la malograda generación del 80, pusieron su pie de elefante sobre la cabeza de los pueblos.
Para hacerlo no repararon en medios. Desde arrinconar al criollo expulsándolo a las orillas, enganchando al gaucho en las milicias, enviando los africanos a la guerra del Paraguay. Y eliminando aborígenes, que es una cosa muy grave y que todavía, con diferentes formas, todavía subsiste.
CUANDO NOS PREGUNTEMOS PORQUÈ FUERON GANADORES, LA RESPUESTA NO ES CASUAL. GRAN BRETAÑA LO HIZO.
Ellos prohijaron varias generaciones, que gracias a sus privilegios hicieron estudiar a sus hijos en la gran maquinaria europea. Copiaron sus manoors y todos los palacios que todavía pueden verse en Buenos Aires.
Para sentirse ganadores, necesitaron además de las apropiaciones y latrocinios, la complicidad de los políticos, la anuencia del militarismo y la protección del clericalismo.
Y por lógica, tuvieron que “fabricarse” varios enemigos. A saber: los nacionalistas de izquierda, los científicos, los intelectuales, los partidos minoritarios progresistas. Y ESPECIALMENTE, los militantes peronistas y sus líderes probos.
En general, todo lo que se oponga al librecambismo, al “razonable” comercio internacional, (comisiones mediante), al saqueo del Estado, y a las reglas generales de la globalización., es subversivo.
Esa es la lucha del presente, cambiar las reglas, cambiar las mentes, producir las transformaciones y mejorar una y otra vez los resultados. Se trata de consolidar el bien común, y dejar de lado la conciencia individual del que “ quiere todo para arriba y niega todo para abajo”. “YO” es la consigna. Es la hora de transformarla en “NOSOTROS”. Para siempre.
Esa es la relación del capital y el trabajo, en armonía, como está en los postulados de la doctrina peronista, que es la doctrina americanista.
Las oligarquías se están sacudiendo como nunca. Si el modelo continúa y se profundiza, me atrevo a decir que agonizan. O que por lo menos, no son invencibles.
Si en el 46, las dos embajadas que ya conocemos y todo el establismenth no pudieron con un hombre cuya historia política había empezado el 4 de Junio de l943, ¿cómo van a poder con un equipo que viene desde 1991, allá en Río Gallegos, cuando un Intendente setentista soñaba para poder emprender la patriada de un continente justo, libre y soberano?

Entonces los ganadores de antes tienen que empezar a ser, inevitablemente, u opositores irracionales y marginados de cualquier poder, o colaboradores de una mayoría transformadora y pujante, o, indefinidamente serán los perdedores.
Gracias a los multimedios, ellos durante cien años fueron desvergonzadamente los depredadores y no les importó mostrarse porque- como dicen los grandes empresarios-“lo más grande que brinda el poder, es la impunidad. “
Pero ahora han iniciado una carrera de obstáculos, y el obstáculo insalvable
Es un Estado poderoso, organizado e incorruptible, Y un pueblo ávido de justicia, que solamente quiere vivir bien y en paz. Y una mujer, que es la Presidenta de todos los argentinos, y que tiene como amigos dilectos a los Presidentes de Ecuador, Brasil, Venezuela, Bolivia, Cuba. Uruguay y Paraguay.
En realidad y para redondear, “los ganadores” tan soberbios, tan amargos, tan libidinosos y tan vende patrias, se están convirtiendo en los grandes perdedores, porque esta vez, el pueblo afirma y grita: ¡NI UN PASO ATRÂS!



MARTA

1 comentarios :

Anónimo dijo...

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